Quien me iba a decir a mi que el Givenchy Haute Couture rescatado de los archivos de esta gala lo iba a traer nada más y nada menos que Naomi Watts. La actriz australiana habría sido la última persona en la que habría pensado, pero esta son el tipo de sorpresas que espero en el Met y que realmente me gustan.
La actriz lució una modificación de la colección Fall 2011 Couture que originalmente se presentó en un muy suave amarillo (casi blanco), pero Riccardo Tisci lo ha modificado tiñendo las aplicaciones en un maravilloso y espectacular degradado hasta llegar al negro de la falda. Como siempre, yo me rindo a los pies de Tisci.
Puede que Naomi Watts no sea la idónea para lucir esto ya que no tiene la fuerza suficiente, y no descarto que Rooney Mara lo hubiera hecho mejor, pero creo que la actriz ha hecho bien su trabajo, aunque podría haber trabajado la pose un poco más. Hizo exactamente lo que espero de alguien en el Met, que me sorprenda y que se arriesgue,y además le salió bien.
Puede que no todo el mundo comparta mi opinión, pero yo creo que Naomi ha hecho un gran trabajo con uno de los vestidos más impresionantes de la noche, porque no muchos tenían un nivel de detallismo tan impresionante.
Sabiamente recurrió a la sencillez para su maquillaje en el que prima la luz y la naturalidad, así como para su peinado, un sencillo recogido. Las opciones más sencillas para no eclipsar su vestido, cosa que me parece un acierto dado que nada debía restar atención a un diseño tan impresionante.
Para finalizar, la actriz escogió dos pulsera de diamantes, una para cada muñeca, y fue un detalle que me sorprendió pero que funciona muy bien.
Imágenes: Zimbio y Style.com
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