Blake Lively hacía su épico retorno a la alfombra roja con su nuevo y flamante marido Ryan Reynolds y lo hacía vestida claramente para no pasar desapercibida, porque apareció tan impresionante como para reivindicar que ha vuelto para quedarse, y desde luego si va a ser así de espectacular todas las veces realmente espero que no se vuelva a ir.
Como no podía ser de otra manera la actriz lució un diseño de Gucci Prèmiere, la línea de Alta Costura de Gucci (firma de la que es imagen) y lo único que no me termina de convencer del vestido es que Gucci Prèmiere termina siendo un poco repetitivo, y de alguna manera o de otra reinventan una fórmula que ya han usado antes para terminar encontrándonos con vestidos similares. Salvo eso, está totalmente impresionante.
El vestido de gasa semitransparente totalmente bordado de cristales tenía una clásica silueta destinada a esculpir la figura de la actriz, que en este caso (como en la mayoría) es realmente espectacular, con un escote en "V" cuyos tirantes desplegaban una preciosa capa que aportaba aún más tela a la cola del diseño y conseguían que la actriz derrochara una increíble cantidad de glamour al más puro estilo Old Hollywood.
Realmente impresionante, tal y como esperaba ver a Blake.
El maquillaje es perfecto, aunque no sé si el peinado con la melena retirada a un lado, pero pasando por la frente a modo de flequillo, me termina de convencer. Crea un efecto algo extraño pero la actriz consigue vendérmelo gracias a que la cascada de ondas cumple su objetivo y consigue un look espectacular.
Para terminar, joyas de Lorraine Schwartz que aportan el contraste de color perfecto para un look realmente espectacular.
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