Muy a mi pesar y en contra de mis expectativas, Cate Blanchett ha preferido no prodigarse tanto en la alfombra roja como Lupita Nyong'o durante esta temporada de premios. Pero si hay una cita a la que no falta la actriz , esa es la de los AACTA Awards, los premios del cine y televisión australianos. Y dado el apoyo que siempre que puede aporta la actriz al cine australiano, supongo que deben de ser importantes para ella. Además, también hay que tener en cuenta que nuca se los pierde y que siempre apuesta por sus firmas fetiche, tras el Givenchy del año pasado y el Armani Privé de hace dos año cuya inspiración asiática volvemos a ver en este look.
Alexander McQueen sigue siendo uno de los diseñadores que más continuamente hemos visto desde que empezó el año igualado puede que solamente con Dior, y la dificultad de adaptación de sus colecciones a la alfombra roja hace inevitable que Sarah Burton se vea obligada a diseñar vestidos custom-made.
Pero lejos parecen quedar ya aquellos vestidos negros con bordados dorados que siempre nos ofrecía la diseñadora británica, pues parece que ha empezado a basar los diseños a medida en la colección de la que deberían haber salido, y en esta ocasión vemos una clara influencia japonesa en las mangas, así como en el satén del vestido, que nos recuerdan a un típico kimono japonés.
Sin embargo, es cierto que no me parece que el color o la silueta sean especialmente favorecedores, pero es algo que Cate Blanchett puede permitirse y salir ilesa de ello. De hecho, puede que ella sea la única capaz de hacer eso, porque mientras en otras esto habría sido un desastre, Cate hace que sea algo digno de Marlene Dietrich.
El maquillaje centra la atención en su mirada, pero de nuevo creo que no es su mejor look de belleza porque no la termino de encontrar favorecida. Los pendientes de Lorraine Schwartz ayudan a poner el toque de glamour para aportar más fuerza al diseño.
En cualquier caso y aunque en los detalles el vestido no sea perfecto -no termina de favorecerle ni la silueta ni el color como ya he mencionado- en imagen general, creo que al actriz consigue crear un buen look que aunque no vaya a pasar a la historia, engrandece su figura de "Mujer que puede sacar todo adelante", porque ella verdaderamente puede.
Como siempre, es un placer hablar de Cate.
Y no sé si lo habréis notado, pero el satén no tiene ni la más mínima arruga, y como ya hemos comprobado millones de veces gracias a incontables looks, dicho tejido se arruga con la mirada.
Pero no el de Cate, y su satén no es diferente al resto. Y esta imagen nos muestra como lo consiguió:
Como prueba de una entrega absoluta al mundo de la moda y de la alfombra roja, la actriz en vez de optar por una limusina, decidió ir en autobús a la gala. Y esto es absolutamente en serio.
La actriz cogió el autobús de línea Nº 431 y fue de pie durante todo el trayecto, evitando así sentarse y arrugar su vestido, demostrando que no es de este mundo, que ella juega en una liga diferente y que todo aquel que no la adore ha perdido la cabeza. Solamente Cate Blanchett es capaz de esto por un vestido, y por eso siempre será una de mis eternas favoritas.
Y por si no me creéis , vedlo vosotros mismos.
En cualquier caso y aunque en los detalles el vestido no sea perfecto -no termina de favorecerle ni la silueta ni el color como ya he mencionado- en imagen general, creo que al actriz consigue crear un buen look que aunque no vaya a pasar a la historia, engrandece su figura de "Mujer que puede sacar todo adelante", porque ella verdaderamente puede.
Como siempre, es un placer hablar de Cate.
Haz click en "Más Información" para ver como la actriz se las apañó para que su vestido no se arrugara.
Y no sé si lo habréis notado, pero el satén no tiene ni la más mínima arruga, y como ya hemos comprobado millones de veces gracias a incontables looks, dicho tejido se arruga con la mirada.
Pero no el de Cate, y su satén no es diferente al resto. Y esta imagen nos muestra como lo consiguió:
Como prueba de una entrega absoluta al mundo de la moda y de la alfombra roja, la actriz en vez de optar por una limusina, decidió ir en autobús a la gala. Y esto es absolutamente en serio.
La actriz cogió el autobús de línea Nº 431 y fue de pie durante todo el trayecto, evitando así sentarse y arrugar su vestido, demostrando que no es de este mundo, que ella juega en una liga diferente y que todo aquel que no la adore ha perdido la cabeza. Solamente Cate Blanchett es capaz de esto por un vestido, y por eso siempre será una de mis eternas favoritas.
Y por si no me creéis , vedlo vosotros mismos.
¿Se puede ser más maravillosa?
Sabéis que no.
Imágenes: Zimbio. Daily Mail y Tumblr
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