Que mejor manera de empezar la semana que algo distinto, y que mejor si es un desfile de Dior.
La idea cuando creé este blog era la de que desfiles, editoriales y alfombra roja irían a partes iguales, por lo que últimamente me dedicaré más a las pasarelas, así que si no puedo cubrir un evento, espero que me lo perdonéis. Esta vez pasamos a otra Fashion Week, la que posiblemente sea la mejor de todas: París.
Como ya comentaba, dad por seguros los resúmenes de Chanel y Alexander McQueen, ya que son de mis favoritas, pero ahora toca centrarse en el trabajo de Raf Simons para Dior, que a mi, como siempre, me ha enamorado.
Esta vez Raf ha conseguido crear el perfecto equilibrio entre su estilo y el New Look de Dior, cosa que ya había hecho antes, pero esta vez creo que lo ha alcanzado de forma perfecta, ya que actualiza los vestidos y siluetas con estampados más modernos y más Simons.
Y si ya decía que esta colección era la perfecta fusión de ambos, los primeros looks nos lo dejaban claro, con la clásica chaqueta "Bar" reinventada por Simons (se convertirá esto en la nueva chaqueta de Tweed de Chanel reinventada por Karl Lagerfeld) que añadían un contraste exótico gracias a las faldas estampadas, que ya teníamos en antecedentes gracias al decorado de la pasarela.
Faldas vaporosas y plisadas con seductores cortes en el costado, jerséis oversized y tonos rosa empolvado eran las apuestas que Dior nos proponía al comienzo de su desfile.
Raf jugaba con las chaquetas, con distinto largo, color y textura, superponiéndolas a pantalones o vestidos, pero siempre dándoles el protagonismo.Yo sin duda me quedo con el chaquetón rojo anaranjado con mangas tres cuartos.
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Las propuestas más elegantes se traducían en forma de bustier entrelazado que estaba dotado de la versatilidad suficiente para acompañar tanto a un pantalón como a una falda, un detalle muy original que a mi me ha encantado, al igual que este precioso vestido, con un panel rosa incorporado para añadir un bonito contraste.
Quizá estemos ante las propuestas más Raf Simons del desfile, donde los estampados florales acorde con el decorado destacaban, y que además nos desvelaban el porqué de dicho decorado.
¿Se atreverá Marion Cotillard con estos estampados?
Yo la veo fácilmente con cualquiera de los tres, pero espero que escoja el palabra de honor porque es mi favorito.
La tendencia de los maxiabrigos es algo a lo que Dior no quiere renunciar, y apostó por estos con una clásica abotonadura y sin mangas, por los que asomaban una pequeñas faldas semitransparentes.
Los volúmenes en las caderas protagonizaban estos vestidos, ya fuese ne estampado de rayas o en colores sólidos, pero a mi, estos vestidos me recuerdan mucho a la etapa Gaytten en Dior (la que estuvo entre Galliano y la actual Simons)
De pronto el desfile se tornaba oscuro, manteniendo los cánones de Dior per actualizándolos como siempre, ya fuese con unas franjas florales, una sencilla falda plisada o toda una espalda transformada en un despliegue floral.
Pedrería y plisados se juntaban en estos looks del desfile, seguramente los más originales. No sabría decir con qué musa de Dior quedarme para lucir estos diseños, pero espero verlos en la alfombra roja.
¿Leelee Sobieski tal vez?
Justo antes de la gran sorpresa del desfile, Simons mostraba estos dos looks. En todas sus colecciones desde el comienzo en la firma, el diseñador belga ha incluido un traje casi siempre idéntico (a mis ojos por lo menos). Sin embargo, el de esta colección y su compañero el vestido de inspiración masculinas guardaban una sorpresa.
Las flores inundaban las espaldas de los vestidos, adornándose de una manera preciosa y extremadamente femenina, además de modernizarlos. Y puestos a decir con quién casaría yo al diseño, Eva Green o Charlize Theron me han rondado la cabeza, y aunque no sean mucho de sus estilos, el traje quedaría muy bien en cualquiera de ellas, y además tienen el carisma y la actitud necesarias para lucirlo.
El desfile finalizaba con todos los diseños de la colección desfilando uno tras de otro como es habitual en todos los desfiles, solo que esta vez, en vez de que desfilaran tranquilamente uno a uno, salieron todos juntos. ¿Fue porque los diseños eran muy repetitivos y Raf quiso disimularlo? Quién sabe.Yo solo puedo decir que eran preciosas tods y cada una de las creaciones.
Por supuesto, en este "Grand Finale" no faltaron los elementos que hicieron famoso a Simons, como combinar pantalones con faldas más femeninas, solo que en este caso han sido busiters con faldas de volantes, abullonaduras o faldas rectas. Yo veo a Mélanie Laurent con cualquiera de los tres.
Como decía, Simons ha consegudo unificar el estilo de Dior y el suyo gracias a vestidos como estos, donde el estilo de Christian Dior se ve claramente impregnado en las siluetas del "New Look", pero Simons da su toque con el caleidoscópico estampado metalizado, así como en los escudos que adornan el bustier negros de los diseños. Serían la apuesta ideal para Jennifer Lawrence.
Pero si hablábamos del New Look, estos vestidos son perfectos, cinturas ceñidas que acaban volviéndose unas impresionantes faldas del mismo estampado que hemos visto looks arriba, pero que en este caso, absorben todo el protagonismo. En este caso no puedo decir quien puede llevarlo, porque tiene tan impregnada la esencia de Dior que no haya quien se resista a ellos. Podéis pensar que una vez alguien lleve uno, el resto serán repetitivos, pero eso no frenó a nadie al llevar casi por quinta vez algunos de los vestidos de la colección Spring 2013.
Finalmente, piezas más sencillas que también tomaron la pasarela, un abrigo convertido en un vestido que casi se puede catalogar de sexy (yo ya ansío verlo en la alfombra roja), una versión corta de los ball gown anteriores, no menos delicada o bonita, si no que es incluso más femenina y el diseño que cerró la colección y que constituye el culmen de la fusión del estilo de los dos diseñadores, un bustier claramente Simons y una abrigo muy Dior, que queda amenizado por las insignias que se han impregnado en toda la colección.
C'est Magnifique!
Y no me olvido de los detalles, donde esta vez, los bolsos Lady Dior se han reinventado en su forma más animal gracias al estampado de serpiente en distintos colore y los zapatos que siguen esa línea
clásica-moderna que Raf está popularizando.
Me encanta el de las insignias grabadas.
La piel de serpiente se alzaba como protagonista sobre todo en colores planos (yo me quedo con la amarilla), pero también se impregnaba de color, aunque está claro que ese es solo para las más atrevidas.
Los zapatos como si de esqueletos se tratase, se enredaban a base de cintas de cuero perforadas que a su vez se superponía a otras en distinto color, incluso llegando a unirse con flores.
Como siempre, Dior arriesgaba a la hora del maquillaje dando todo el protagonismo a la mirada enmarcada con unas cejas en dorado (realmente original) y unas sombra oro que casi anulaban el eye-liner verde flúor.
Y por supuesto no puede faltar mi parte favorita de los desfiles: el Backstage
De nuevo, una gran "Bravo" para Raf Simons.
Imágenes: StyleBistro y Style.com
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