Este look me parece muy injusto porque, sin ser el peor vestido que ha diseñador Raf Simons para Dior, me parece que Jennifer se merecía muchísimo más para la noche del Met.
Probablemente, esa fuera una de las noches más importantes en la vida de Jennifer Lawrence porque ser la anfitriona de la Gala del Met es algo que no mucha gente consigue, y sin duda tienes que estar vestida para la ocasión. Y por eso si tenemos en cuenta que Raf ha diseñado customs para Felicity Jones, Emma Stone, Natalie Portman y Charlize Theron durante estos últimos meses, me parece inaceptable que para la que es imagen de la firma no diseñara algo decente.
Lo lógico hubiera sido dejar a Jennifer y Marion Cotillard rescatar piezas de Galliano para Dior, como las de aquella maravillosa colección Spring 2007 Couture que yo he echado en falta en esta alfombra roja, pero estoy seguro de que Raf Simons le arrancaría las piernas a cualquiera de las dos con sus propias manos antes que dejarlas caminar por esta alfombra roja con algo que no diseñara bien.
Solo diré que Marion Cotillard no acudió a la gala y yo ahora mismo estoy preocupado.
Pero no, Jennifer ha lucido esta modificación de la colección Spring 2015 Couture que sinceramente no estaba a la altura de mis expectativas ni a la altura de una inspiración china decente si tenemos en cuenta que ella era anfitriona del evento.
Eso sí, también tengo que admitir que sin duda, el vestido funciona mucho mejor desde la espalda donde las aplicaciones florales caen creando una abertura que supongo que es una sutil referencia al estilo oriental.
Sin embargo, la parte del pecho no me termina de gustar. Y sigo pensado que una elegante y minimalista reinvención del estilo asiático por parte de Raf Simons no habría sido tanto pedir.
El maquillaje tampoco me parece que sea muy favorecedor, ya que los tonos naturales le sientan mucho mejor, mientras que el recogido ponía esa inspiración asiática que tan suavemente se ve reflejada en su vestido. Para terminar, joyas de Cartier y sandalias de Roger Vivier.
Imágenes: Zimbio y Style.com
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