Parecía obvio que Gong Li iba a lucir a Cavalli, uno de los diseñadores más lucidos por la actriz china, y para la noche del Met, en la que ejercía de anfitriona no faltó a la cita con el diseñador italiano, aunque en esta ocasión estamos ante un auténtico Cavalli y no ante uno diseñado por Peter Dundas.
Y a Dios doy gracias viendo a la Kardashian.
Por supuesto la elegancia que posee la actriz lo hace todo, pero la silueta del diseño, así como su construcción en un sensual terciopelo burgundy que aporta un halo de misterio (haciéndolo perfecto para Eva Green, por ejemplo) consigue un belleza sensual pero contenida que echaremos de menos en la casa en vista de lo que Dundas ha creado junto a Kim.
Por supuesto son la espalda y sus bordados lo que más llama la atención del look, pero al final creo que el terciopelo (y la manera que Cavalli ha adaptado el cuello cheongsam, pero lo hemos visto demasiado esta noche) es lo más memorable de la aparición de Gong Li porque hasta cierto punto, es lo único realmente sorprendente de este diseño.
Para terminar, un look de belleza de impresionante sofisiticación y joyas que acentúan la inspiración china pero que en cierto modo se me antojan innecesarios.
Imágenes: Zimbio
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