Con Zoe me pasa exactamente lo mismo que con Emma. Ella sí pisó la alfombra roja, pero lo hizo de manera mucho más discreta de lo que me gustaría porque lo que esperaba de ella era un momento mejor vestida del año, y claramente no nos lo ha dado. Teniendo en cuenta su amistad con el diseñador, creo que podría haberle pedido cualquier otro vestido que encajase mejor con la ocasión, además en la misma colección, la Spring 2014 (en especial el que cerró el desfile, que es que tiene su nombre cosido en la etiqueta).
Por otro lado, no puedo negar que es exactamente esto lo que le pedimos a Zoe. Escoger un vestido nada fácil (porque será muchas cosas, pero desde luego fácil no es) y hacerlo totalmente suyo. No muchas erían capaz de sacar adelante un diseño que mezcla tantas texturas y tejidos diferentes, con una estructura tan compleja. Sin embargo, Zoe puede (aunque es mejor mirar solo por delante). Pero lo ha hecho en un contexto que tristemente no le ha hecho justicia.
El look de belleza es como siempre la absoluta perfección, con un maquillaje impecable destacando los labios y un magnífico recogido coronado por un broche de Lorraine Schwartz, que también firma sus pendientes.
Por supuesto, un diseño de estas magnitudes no necesitaba mucho más, y Zoe anduvo contenida solo escogiendo un clutch de Bottega Veneta y por supuesto, zapatos de Christian Louboutin.
Imágenes: Zimibo y Style.com
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