Aún con Elie Saab y Valentino pendientes, el desfile de Armani Privé que se celebró ayer, me parece imperdible. El desfile fue un homenaje a las divas del Old Hollywood,a través del color nude, el encaje y las estolas de pelo, por no olvidar los magníficos gowns.
Los colores nude y champán predominaron en la colección, ya que no hubo ningún otro color. Chaquetas sobre vestidos o sobre pantalones anchos se vieron muchos en las primeras apariciones, que junto con las grandes plumas del cuello nos transportaban rápido a la época.
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El encaje también robó mucho protagonismo, tanto en vestidos, por los que sorprendentemente sobresalen pantalones, como en chaquetas y vestidos largos. El encaje se presentaba en negro, nude o de manera casi transparente.
Pero si hablamos de divas, el elemento que no puede faltar es el pelo. En mangas, en abrigo o combinado con satén, todo es válido. Pero en lo que a pelo se refiere el mono que se encuentra arriba, con encaje y la estola de pelo, trae todo el glamour del Old Hollywood, sumado a las perlas y la actitud de la modelo.
El negro tuvo muy poco protagonismo, pero sus entradas no pasaron desapercibidas. Un gown de encaje con un vertiginoso escote; un abrigo de encaje negro, con unos pantalones que me recuerda mucho a Valentino y un precioso vestido de tirantes que seguro no tardaremos en ver en la alfombra roja.
La sencilleza del tul plisado o de los cristales se apoderaban de los vestidos más sencillos, con sencilla silueta columna y que me enamoran con su delicadeza.
Como colofón final Armani presentaba estos espectaculares vestidos con transparencias, encaje, flores, volantes y larguísimas colas que dejaban a todos boquiabiertos. Finalemente y con las plumas de nuevo en el cuello, un vestido de encaje blanco cerraba Armani Privé, con toda la esencia del Old Hollywood.
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