Seguimos con más invitadas a la Ceremonia de Apertura, que como podemos ver, obtuvieron resultados muy desiguales:
Monica
Bellucci de Christian Dior Couture
A estas alturas,
Monica Bellucci ya no tiene que demostrar nada a nadie, y eso es algo que la
actriz italiana se encarga de recordarnos con todas y cada una de sus
apariciones en la alfombra roja, empeñadas en mostrar el estilo menos interesante
posible.
Bellucci es la
encargada de ser la maestra de ceremonias de esa edición, y en su primera
aparición como tal, lució una creación custom made de Dior Couture, que, como gran
elemento sorpresa, está protagonizada por un profundo tono de azul y no por el
negro, como el otro 95% de sus apariciones en alfombra roja.
Aun así, este vestido
resulta bastante previsible. La romántica utilización del tiene tintes de Dolce
& Gabbana, pero al final termina por resultar un elemento tan utilizado
como agotado no solo en la alfombra roja, sino simplemente ya solo dentro del mundo
de Maria Grazia Chiuri.
El collar es sencillamente
increíble, pero a estas alturas un collar no levanta un vestido cualquiera como ya acabamos de ver.
Susan Sarandon de Alberta Ferretti
Hace falta mucha clase como para defender unas gafas de sol en la alfombra roja, y por supuesto Susan Sarandon vendía su precioso par en todo minuto. Puede que su vestido de terciopelo verde no fuera lo más apropiado para un evento en primavera, pero a pesar de ser una silueta completamente clásica, a ella le servía como pretexto para poder brillar por encima de él. Muy por encima de él.
El vestido es una elección acertada, pero aquí lo único que merece la pena no es el Alberta Feretti.
Es únicamente Susan Sarandon.
Susan Sarandon de Alberta Ferretti
Hace falta mucha clase como para defender unas gafas de sol en la alfombra roja, y por supuesto Susan Sarandon vendía su precioso par en todo minuto. Puede que su vestido de terciopelo verde no fuera lo más apropiado para un evento en primavera, pero a pesar de ser una silueta completamente clásica, a ella le servía como pretexto para poder brillar por encima de él. Muy por encima de él.
El vestido es una elección acertada, pero aquí lo único que merece la pena no es el Alberta Feretti.
Es únicamente Susan Sarandon.
Haz click en "Más Información" para ver los looks de Naomie Harris, Clotilde Courau, Deepika Padukone y Robin Wright.
Naomie
Harris de Gucci Fall 2016
Hacía tiempo que la
alfombra roja no veía un Gucci que funcionara tan mal como lo hace este. Teniendo
en cuenta la originalidad de las piezas de la firma resulta curioso que Naomie
se haya decantado por esta desacertada modificación de un vestido que se basa
en la falda del original, cuando solo la parte de arriba funcionaba.
Ella consigue darnos una faceta más relajada que el habitual estilo del Festival, pero la combinación de colores es tan catastrófica y ella hace tan poco por tratar de mejorar el look que resulta completamente insalvable.
Clotilde Courau de Elie Saab Couture Spring 2017
Clotilde Courau acostumbra
a lucir un Elie Saab a su paso por Cannes y siempre suele seguir el mismo patrón
en el diseño. Y lo hace hasta tal punto que da la impresión de que siempre
lleva el mismo look. Hay veces que sabe darle una vuelta de tuerca y resultar
más interesante, pero esta, desde luego, no es una de ellas.
La podemos añadir la
lista de looks impecables que no recordaremos mañana.
Deepika
Padukone de Marchesa Fall 2017
Deepika Padukone
apostaba por un color mucho más profundo e intenso que la mayoría de looks que
hemos visto en la alfombra roja, pero eso era lo único destacable de su look
porque, por lo demás, se trata del mismo Marchesa de siempre. Y no precisamente
de los buenos.
Misma silueta, mismo tul y mismas aplicaciones. Un Marchesa de manual que funciona como un reloj pero que no consigue transmitir ningún tipo de impacto.
Robin Wright de Saint Laurent Fall 2017
Robin Wright se debió
de acordar en la limusina que antes de ir al after-party tenía que pasar por la
Ceremonia de Apertura, y por desgracia para su publicista, le dio completamente
igual.
Hay que tener mucha
fuerza y mucho valor para defender un look que se salta de manera tan olímpica
el protocolo tradicional de Cannes, y por desgracia para Robin Wright, ella no es esa persona. Ni el vestido lo valía tanto, ni ella supo combinarlo lo suficientemente bien. En cualquier otro contexto habría sido ideal, pero en Cannes esto está condenado al olvido.
Imágenes: Zimbio y Style.com
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