Bien, empecemos aplaudiendo el último look de Marion Cotillard que nos llega desde Marrakech, porque no estamos ante un Dior, pero seguimos sin estar ante un look realmente espectacular. De hecho, casi, lo mejor de este look es que no es un Dior y realmente resulta una novedad, dando un soplo de aire fresco a esa mentalidad de Marion de solo llevar Dior que no le estaba funcionando.
Sin embargo, volvemos a estar ante un look que no le favorece en absoluto, por ese corte túnica que tiene el vestido siendo este el mayor de los problemas, porque si hubiese ceñido el vestido con un cinturón metálico, por ejemplo (hubiese sido una manera muy correcta de tener a Dior presente, ya que los cinturones metálicos se ven mucho en este mandato de Raf Simons en la maison francesa) este look hubiese sido otro cantar.
La única razón que se me antoja lógica para la silueta de este look es hacer un guió a las túnicas marroquíes, y no sé si realmente vale la pena. Por otro lado, el estampado me parece precioso, mezclando estampados florales con otros estampados gráficos a rayas, muy vivo y aporta mucha vitalidad al estilo de Marion últimamente.
El look de belleza, como siempre, de diez porque el resultado es absolutamente impecable.
Esperemos tenga reservado un Dior que deje sin respiración para la clausura.
Imágenes: Zimbio y Style.com
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