Es de agradecer que tras tanto glamour, alguien, casi como ha hecho Elisa Sednaoui, apueste por algo tan diferente, porque este Louis Vuitton no se parece a nada de lo que ha pisado al alfombra roja de la Biennale y se agradece muchísimo que Vikander no se haya disfrazado de estrella de cine y haya apostado por un estilo que no es el suyo, porque afortunadamente le ha regalado uno de sus mejores momentos.
El diseño era una modificación de uno originalmente presentado en la colección Resort 2016, en el que el cambio de estampado lo hace mucho menos pesado y más agradable visualmente, y en mi opinión, mucho más bonito. Algo a lo que también contribuye la reducción en la largura de la manga y el corte en el escote, que construyen un vestido mucho más romántico que el original que mantiene un drama pero entendido de manera mucho más moderna. Realmente brillante.
Y el resultado final es perfecto, y se posiciona como uno de los mejores, sino el mejor, de los diseños de Ghesquière que ha lucido
También pudimos apreciar el romanticismo del look aplicado a su peinado con un recogido que la subrayaba de manera sutil, pero realmente efectista, creando un look redondo.
Imágenes: Zimbio y Vogue
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