El principal problema que tiene ser Diane Kruger (si es que los tiene), es que lo eres bajo todas las consecuencias. Lo eres para elevar un precioso diseño de BOSS hasta las mejores del año con tu mera presencia, pero lo eres también para que este Oscar de la Renta, por bonito que sea, sepa a poco bajo tus estándares.
Puede que ella misma, casi sin quererlo, se pusiera un listón demasiado alto con su anterior aparición, por eso veo de algún modo lógico que no intentara superarlo, pero no quita para que me deje con ganas de más. Al fin y al cabo, es de Diane Kruger de quien estamos hablando.
El diseño de la colección Fall 2015 destaca por su sobriedad, tanto en silueta como en color, lo cual termina por dar un diseño quizá demasiado frío. De todas formas, creo que el viento ha jugado muy en contra porque no hemos podido ver el vestido como en el desfile, y vemos además esas horrendas plataformas más propias de Fan Bingbing. En cualquier caso, ella fue consciente de dicha frialdad y trató de arreglarlo añadiendo unos complementos que tratan de aportar vida al diseño con un clutch de Rauwolf y espectaculares (y coloridos) pendientes de Irene Neurwith.
Como siempre, lo mejor del look acaba siendo ella misma, y más con un vestido como este, porque al final su belleza natural acaba brillando muy por encima del resto del look. El maquillaje natural la realza muchísimo y el peinado, al igual que el vestido, también se ha visto afectado por el viento. De ese modo, el resultado no es tan depurado, pero es algo que olvidamos gracias a esos fantásticos pendientes.
¿Que habrá guardado para la ceremonia de clausura?
Imágenes: Zimbio y Vogue
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