Kasia Smutniak, que ocupó el puesto de Elisa Sednaoui en 2012, no dejó a un lado la firma que vistió casi exclusivamente durante el Festival ese año, pero como novedad, nos ha ofrecido una cara completamente nueva tanto suya, como especialmente de Valentino, porque hacía mucho tiempo que no veíamos en la alfombra roja un diseño que se aleje tanto de la clásica imagen que tenemos en mente cuando hablamos de la casa italiana.
Me encanta la fusión de estilos entre una inspiración art-decó del cuello a algo mucho más etéreo al desplegar la intrincada red de capas de bordados, que sin embargo resultan mucho más Nicolas Gesquière para Balenciaga que Valentino, pero todo acaba funcionando de manera perfecta.
No era un diseño fácil, pero Kasia lo consigue sacar adelante con mucha elegancia, y eso que probablemente estemos ante el vestido más complicado de la noche (y será muy difícil de superar a lo largo del Festival para ser sinceros).
Puede que las joyas no fueran del todo en consonancia con el vestido, porque creo además que ya es lo suficientemente recargado como para añadir otro elemento, pero de alguna manera, sobre Kasia, todo tiene sentido y hace que nos creamos que nada habría funcionado sin ellos. Para terminar, un sencillo recogido y un maquillaje que pasaba a un segundo plano.
Imágenes: Zimbio y Vogue
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