De Chanel siempre se espera un gran escenario como nos ha tenido acostumbrados Karl Lagerfeld: Desde un bosque hasta un iceberg, pero para esta temporada, mantuvo las cosas simples para su escenario, una simple chimenea coronada por un enorme espejo barroco. Y esta sencillez también ha estado presenta en su colección, que como era de esperar era realmente preciosa y de nuevo me vuelve a gustar más que la anterior (no termino de ver las deportivas Haute Couture de la Spring 2014 Couture).
En ella nos encontramos desde las clásica reinvenciones de la clásica chaqueta de tweed que aun sigue dándole juego al diseñador mecladas con unos sorprendentes shorts, hasta unos casi celestiales diseños blancos decorados con pedrería dorada.
Todo por supuesto, con el más exquisito detallismo que caracteriza a Chanel.
El desfile empezaba con unos elegantes conjuntos de chaqueta con clásicas siluetas que escondía unos shorts más bien inesperados en una paleta no demasiado arriesgada, ya que si algo es seguro en Chanel es que vamos a tener los mismo colores desfile tras desfile. Aunque en ningún momento resultaban innovadoras u originales, seguro que dentro de la semana de la Alta Costura es de lo más vendido, ya que no creo que nadie pueda resistirse a piezas tan bonitas como estas.
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El desfile empezaba a tomar color y tras una considerable cantidad de piezas de tweed que no he incluido, aparecían dos de mis piezas, que son estos dos vestidos rojos con un impresionante trabajo de aplicaciones que me encantaría ver en la alfombra roja.
Y del rojo, pasábamos al azul y a los tonos grises metalizados de entre los cuales destacan estos diseños donde de nuevo el detallismo y los bordados son exquisitos.
Sorprende además que Karl Lagerfeld de nuevo haya vuelto a renunciar a los zapatos de tacón para esta vez utilizar sandalias de dedo. No voy a decir que me apasionen, pero desde luego me gustan más que las deportivas.
Por supuesto, no faltaron las pomposas y edulcoradas creaciones que tanto gustan a Karl Lagerfeld, que en este caso desprenden una eterealidad mágica, ya que incluso parecen estar hechas de algodón de azúcar.
Esta es una de mis piezas favoritas, ya que al detalle es tan exquisito que resulta un regalo para la vista totalmente maravilloso. Solo espero que sea Diane Kruger la que se atreva con esta maravilla.
Aunque el resto de piezas nos se quedaban atrás, siempre luciendo unos shorts decorados a juego con el vestido que ha colaborado a actualizar el desfile y que no resulte tan repetitivo a pesar de que Lagerfeld no está presentando nada nuevo.
El problema que tengo cuando se trata de vestidos largos de Chanel es que solo veo lo bien que le quedarían todos a Diane Kruger, pero espero que se ponga el primero, que no es una apuesta nada fácil y que tampoco me importaría ver en Jennifer Connelly.
Sin duda alguna el diseño de encima de estas líneas es de mis favoritos con mucha diferencia porque entrando en el terreno final donde el blanco y el dorado han sido los únicos colores utilizados, esta pieza era una auténtica y exquisita maravilla.
Lagerfeld presentaba sencillos pero preciosos vestidos de noche que no llegaban al suelo, sino que eran de largo hasta el tobillo con maravillosos bordados dorados que le aportaban ese toque especial y de Alta Costura que seguramente sea una maravilla en la alfombra roja.
Y finalmente, una Asleigh Good embarazada de siete meses cerraba el desfile con uno de los mejores vestidos de novia que recuerdo cerrando un desfile de Chanel. Asleigh estaba realmente espectacular y la capa por detrás era absolutamente impresionante.
Una auténtica obra de arte.
Imágenes: Style.com
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