Macarena Gacía pasaba de la elegancia clásica del Dior que lució el año pasado a la elegancia helénica de este vestido de Roberto Cavalli.
Debo admitir que mi primer impulso habría sido preferir el vestido de Christian Dior de la anterior gala, pero a medida que pasan las horas este vestido cada vez me gusta más, y aunque no sea nada nuevo, es perfecto. Sobre todo la caída de la seda que en movimiento era preciosa. En contra punto para no perder la esencia Cavalli teníamos un escote decorado con unos precioso toques de brillo entre el suave crema del vestido, que ayudaban a crear una silueta más marcada.
La actriz puso las joyas perfectas de Bulgari, que terminan el look de manera impecable.
Imágenes: Vogue
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