Algo es seguro cuando escoges un diseño de Calvin Klein y es que no va a ver mucha sorpresa porque las reinvenciones del minimalismo son limitadas si quieres mantener dicho estilo. Eso es lo que le ha pasado a Reese, pero en esta ocasión no creo que la necesitase porque el look ha sido perfecto gracias al las líneas sencillas con una ligera inspiración sporty que la actriz ha lucido y sobre todo al magnífico tono verde agua del vestido, que sentaba perfectamente a Reese y a su tonalidad de piel y pelo (porque es así como escoges un colo Kate Mara).
Mantuvo también la sencillez del look en su maquillaje, con unas sombras doradas sorprendentes y absolutamente perfectas y el eplo suelto en unas casual melena que por supuesto era increiblemnte favorecedora ya que le aportaba la sencillez que e inspiración juvenil que el look buscaba.
Termina con impresionantes joyas de Harry Winston y un sencillo clutch dorado.
Imágenes: Zimbio
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