Nicki Minaj fue la sustituta de Jennifer Lopez y Beyoncé en esta gala y lució un vestido transparente que tranquilamente podrían haber lucido ellas dos. Por lo tanto casi me alegro que solo tengamos que pasar por esto una vez y no tres.
En cierto modo tengo que admitir que el vestido es impresionante y que los bordados son preciosos (realmente preciosos), pero el único lugar donde esta belleza puede ser parecida del todo es en un editorial. En una alfombra roja y sobre la piel de Nicki Minaj esto se traduce en cierta vulgaridad que no termina de desaparecer, y más cuando ves ese escote a punto de estallar.
Aunque por otro lado, me gusta la consonancia en los tonos de su piel y de los bordados y como el maquillaje pasa a un segundo plano. El pelo suelto por la espalda (aunque tiene toda la pinta de ser una peluca) me parece una idea un tanto fallida. Un sencillo recogido habría conseguido un acabado más elegante, aunque dudo que ese término se pueda asociar a este vestido.
Imágenes: Zimbio
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