No habría esperado que Selena Gomez, cuyo estilo nunca ha destacado por ser demasiado brillante fuera de algunos muy remarcables Atelier Versace, diera un look tan impecable, pero ver para creer, y es que la joven estaba resplandeciente y, lo que es más importante, haciendo justicia a la temática de la gala.
Su vestido era realmente sencillo, y eso es lo que no consigue que esté entre las más altas posiciones de esta alfombra roja, pero es remarcable la manera en la que termina modernizando el estilo asiático mediante unas líneas muy fluidas, que sin duda no serían nada sin las borlas que decoran los tirantes y que son sin duda lo que hace que el vestido se adecue con esta alfombra roja.
Lástima que a la espalda, cuya imagen es muy bonita por cierto, su piel cree un efecto poco favorecedor, no sé si por culpa del vestido o no, que empaña un poco el resultado final, pero que no por ello deja de ser realmente espectacular.
Pero también es admirable sin duda la manera en la que Selena fue a por todas, con un recogido totalmente adornado con unas orquídeas preciosas que hace que el look destaque más entre las invitadas, porque aunque en un primer momento me parecieran demasiad, termino por entenderlas dada la sencillez de su diseño.
Respecto a su maquillaje, solo puedo decir que es perfecto, y que ella está realmente guapa como hacía mucho tiempo que no la veía, siendo el toque de rojo de sus labios ese último añadido que redondeara un look perfecto.
Para terminar, joyas de Lorraine Schwartz.
Imágenes: Zimbio
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